Nuevas masculinidades: Dignidad, respeto y justicia para todos
La vulnerabilidad y el aislamiento se han intensificado durante la pandemia de COVID-19. A menudo confinadas con sus agresores, las mujeres y los niños están separados de las redes de apoyo de la familia ampliada y de los servicios comunitarios. En Ecuador, las llamadas de emergencia por violencia al sistema ECU 911 han aumentado.
Ya en 2016, tras el terremoto, afloró la dolorosa vulnerabilidad de las niñas y mujeres, por lo que pusimos en marcha A mano manaba para abordar esta realidad. Una vez más, la cuarentena impuesta por el Covid 19 saca a la luz dinámicas domésticas violentas producto de las costumbres patriarcales que fomentan y sostienen la desigualdad de género.
La tasa de violencia de género de Manabí, del 49,7% (INEC, 2019), se considera enormemente subreportada y la tasa de embarazo adolescente, del 40% (MSP, 2017), duplica la media nacional. Los jóvenes criados hacia masculinidades dominantes desprovistas de empatía o ternura, a menudo se ven obligados a abandonar la escuela para trabajar en el barco pesquero de la familia, y se convierten en agresores de las mujeres y los niños que dependen de su trabajo.
Creemos que las costumbres patriarcales tradicionales que configuran la masculinidad como una fuerza brutal expuesta a todos los riesgos y peligros, incapaz de admitir la debilidad o de pedir ayuda, y que relegan la feminidad a una condición indefensa, a través de la maternidad temprana, son la raíz de este problema psicosocial.
Solución
Vigilar, encarcelar y castigar a las masculinidades tóxicas no es una solución constructiva. La evidencia muestra que el manejo adecuado de este problema requiere de concientización, prevención integral y acciones. Este proyecto financia procesos educativos que desafían y derrotan la violencia; inculcan nuevas masculinidades entre niños y adolescentes, promoviendo hogares y comunidades respetuosas e igualitarias.
Junto con Plural, un grupo de expertos ecuatorianos en intervenciones psicológicas y educativas, y la CGRR, con la que ya hemos trabajado anteriormente, pondremos en marcha un programa en tres fases. Tras una evaluación inicial de la situación actual de la cuarentena domiciliaria, llevaremos a cabo un proceso educativo estratégico hacia el cambio social empoderando a los más vulnerables y moldeando nuevas masculinidades. Esta experiencia informará todos nuestros futuros programas, replicando sus logros enfocaremos nuestros esfuerzos en el norte de Manabí con un concepto local más profundo de la igualdad de género.
Utilizando la estructura de la Biblioteca y las redes comunitarias creadas en los últimos 4 años por la FAMM, este proyecto busca mejorar la capacidad local y organizativa para prevenir, identificar y contener los actos de violencia de género. El proyecto identificará, fortalecerá y/o creará comités, asociaciones o círculos de participación y convivencia orientados a garantizar la igualdad de derechos de niños, niñas, adolescentes y mujeres.
Su apoyo proporcionará sesiones de formación, talleres y actividades comunitarias para todos nuestros voluntarios, personal y miembros de la comunidad. A través de una serie de actividades y sesiones educativas que se replicarán en diferentes comunidades, este proyecto animará a las mujeres, los niños y los hombres a dar un paso atrás y ser conscientes de cómo las costumbres patriarcales, los estereotipos, el bombardeo de los medios de comunicación y los prejuicios informan su dinámica social y familiar. Esto nos ayudará, una vez más, a convertir la adversidad en oportunidad y a demostrar que la educación nos lleva muy lejos.
Ayúdanos a aprovechar esta oportunidad única para cambiar el rumbo de forma colaborativa hacia un futuro más respetuoso, digno e igualitario para TODOS en el norte de Manabí.